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26 de septiembre de 2010

Uno

I travel slow by evalovinlucy, deviantart.
Hoy empiezo a hacer las maletas, empieza ese ritual en el que mentalmente recuerdas todo lo que has de meter dentro de ella, para no olvidar nada importante.
Pero esta vez casi que podría ir con las manos vacías porque todo lo que me hace falta estará allí esperándome con una gran sorisa en sus labios y sus brazos extendidos hacia mi en busca de ese abrazo que tanto nos hace falta ahora.
Los días han pasado en el calendario, con la impaciencia de quien sabe que al final de ellos está lo que se busca. Hay días que han pasado volando por culpa del estrés del día a día y otros en que daba igual que miraras el reloj continuamente que no me acercaban al ecuador en estos viajes que son las noches, el mejor momento del día en que podemos vernos por una ventanita (grandioso invento el skype, excepto cuando peta o me pone voz de ardilla ;) ) . Ahora tan solo queda un día. Uno.
Pronto podremos contar las horas para poder ser uno. 

Amar es eso, dos corazones latiendo al compás de uno... como dice Drexler...  música a la que me ha acercado él... como a tantas otras, es estupendo sentirme de nuevo como una esponja dispuesta a absorber todo lo bueno y bello que se presenta ante mi.
Anoche lo hablabamos... es curioso, estamos creando nuestra historia, y los dos somos tan sensitivos para ser conscientes de lo hermoso que es ese hecho...
Queda un día para que puedas enredarme el pelo.

28 de abril de 2009

Todo se transforma


Tu beso se hizo calor,
luego el calor, movimiento,
luego gota de sudor
que se hizo vapor, luego viento
que en un rincón de La Rioja
movió el aspa de un molino
mientras se pisaba el vino
que bebió tu boca roja.


Tu boca roja en la mía,
la copa que gira en mi mano,
y mientras el vino caía
supe que de algún lejano
rincón de otra galaxia,
el amor que me darías,
transformado, volvería
un día a darte las gracias.


Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.


El vino que pagué yo,
con aquel euro italiano
que había estado en un vagón
antes de estar en mi mano,
y antes de eso en Torino,
y antes de Torino, en Prato,
donde hicieron mi zapato
sobre el que caería el vino.


Zapato que en unas horas
buscaré bajo tu cama
con las luces de la aurora,
junto a tus sandalias planas
que compraste aquella vez
en Salvador de Bahía,
donde a otro diste el amor
que hoy yo te devolvería......


Cada uno da lo que recibe
y luego recibe lo que da,
nada es más simple,
no hay otra norma:
nada se pierde,
todo se transforma.
De principio a fin la letra de esta canción es sublime y todavía mas bello el mensaje que transmite. Cierra los ojos, párate un segundo y déjate envolver por ella.