El hombre de jengibre

El hombre de jengibre nació en una bombonería de Valencia llamada Xocoa. Un día de diciembre salió de excursión con su amigo Bob Esponja y Triqui el monstruo de las galletas, le pusieron un abriguito con forma de bolsa de papel para que no pasara frío, pues esos días en Valencia hacía un frio polar, y recorrió las calles de la mano de una pareja de enamorados.

Cuando lo sacaron de la bolsa de papel vio que había viajado de nuevo y que de pronto se encontraba presidiendo el salón de una casa, en una ciudad llena de palmeras. Lo habían colocado en lo alto de un mueble presidiendo la estancia con orgullo, a pesar de que en el viaje sufriera un pequeño percance y uno de sus bracitos saliera dañado.

Lo que no se esperaba este hombrecillo de jengibre es que su compañera de piso una tarde en un arrebato de algo dulce (que malo es estar a régimen) decidiera hacerle pasar a mejor vida... Eso si, pasó al otro barrio con todos los honores... en la ceremonia se olia el perfume de un delicioso té touareg y de bso la de la estupenda serie Fringe. Momentos antes de ser devorado se preguntó por si sus amigos habrían corrido la misma suerte... Que difícil es estar tan bueno!!

Así también me muero yo del gusto.