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5 de enero de 2009

Sentada en el umbral de tu puerta

Sentada en el umbral de tu puerta,
Conté cada uno de tus gestos y pasos.
Esperando con mis sueños en un puño cerrado,
Con la intención de llamarte, de vez en cuando.
Pero mis pues entumecidos por la espera
Y mis manos rebosantes de sueños
Comenzaron a extenderse hacia ti,
Porque irremediablemente debes de ser tu.
Cansada de beber en la incertidumbre
Y de a ciegas arañarme el corazón,
Arranqué de mi un último aliento
Que entre hojas y sobres abrigué.
Tus dedos mi inanimada carta besó
Y mi voz tu alma quiso acariciar,
Pero no hay espacio en tu interior,
No hay fuego para encender la luz.
Inundada, temo mi corazón desbordar
Y que mis lágrimas te puedan dañar,
Porque es tan grande lo que siento
Que la medida exacta no sé guardar.
Y tu dulce negativa a mi presente
Me dejó un futuro imperfecto de dolor
Haciéndome buscar en el pasado perfecto
Noches estrelladas donde creí rozar tu amor.

3 comentarios:

  1. Precioso. Me ha encantado sobre todo el juego con los tiempos verbales.

    Que las noches estrelladas cambien el subjuntivo por el indicativo ;)

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  2. Muchas gracias Chema, siempre da algo de pudor enseñar una creación de uno mismo.

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  3. :O

    joooooooooooooooooooooo derrrr!!!

    Cuantos dias llevaba esta joya colgada y yo sin entrar???!!!

    Es un poema precioso y sentido, me has hecho vibrar, espera que aun tengo los vellos como escarpias...

    Nena, tienes una sensibilidad que por lo menos a mi me llega, no tengas pudor, lo que escribes es muy bueno, gracias por dejar que disfrutemos de ella

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